Breve Historia de La Komunidad

El inicio se sitúa en una calle de Suba, luego de una Eucaristía de 6 A.M., en la que  cuatro amigos: Julián Burgos, Camilo Calderón, Diego Calderón y Alexander Hernández se reúnen cada lunes antes del trabajo buscando sencillamente orar juntos. La Eucaristía comunitaria, el evangelio cuidadosamente meditado en grupo y la adoración al Santísimo será el sentido, la marca y la fuente de las obras, tanto así, que el primer logo de la Comunidad es una Hostia consagrada.

Alguna vez de camino, Camilo, siente la moción espiritual de llamar a gente que conoce y sabe que ha tenido un camino espiritual, pero que por motivos diferentes están sin grupo en ese instante, viviendo en la soledad y en la aridez su fe. La idea carece de acogida en primera instancia por los otros tres amigos, sin embargo, el Señor insiste por medio de un sueño inspirado, mostrándole a Camilo que iba a nacer una comunidad. En los días siguientes en una reunión de Archiprestazgo Camilo conoce al Padre Lucho, el que proveería el espacio donde el Señor quiso que los primeros años se reuniera el grupo, un pequeño oratorio con libros de interpretación bíblica, pero que mayormente posee la marca que el Señor ha querido tallar en los llamados a la experiencia del grupo, el Santísimo. Julián, Diego y Alex se unirán más tarde a la experiencia, cuando empezando a compartir con el grupo se dan cuenta del fuerte espíritu que el Señor ha regalado a sus miembros. El inicio del grupo es iniciativa del Señor y para su gloria, le da su espacio.

Un segundo momento muy fuerte, digno de tener en cuenta es la meditación y el estudio bíblico que llevan a cabo con sus pocas herramientas frente al santísimo. El Señor habla fuerte como un trueno los días del estudio bíblico del “Padre Nuestro”, es tan especial esa experiencia que cambia para siempre la identidad del grupo, en resumen, esta oración, llamada las siete oraciones por el libro estudiado, muestra un recorrido frase por frase, de adoración, alabanza, de oración de intercesión, de aceptación de la voluntad de Dios, de compartir juntos el pan con el prójimo, de perdón, sanación interior y liberación. En esos días se realiza por primera vez un compartir con los habitantes de la calle con agua de panela y pan como excusa, Julián bautizará este espacio “A Pata Pelá”, Alex bautizará a la Comunidad “La Komunidad”, Diego y Alex compondrán sus canciones, junto con Julián fundarán el espacio de radio “El Dios de la Calle” en la emisora Minuto de Dios de Bogotá. Un día cantando en un bus conocerán con algunos de la Komunidad a Mariuz Maka, sacerdote Palotino que más adelante será el hermano mayor, el amigo y confesor de la comunidad en la Unión del Apostolado Católico.

A partir de este momento vendrá una avalancha de nuevos servicios fruto del estudio bíblico y de la gracia obtenida en el Santísimo y la Eucaristía, por ejemplo, las peregrinaciones sin nada en los bolsillos como en el evangelio cuando se medita el envió de los 72, la visita al hospital de la misericordia a presentar  obras de títeres, la organización de encuentros juveniles, el diseño de materiales de evangelización, más tarde el compartir con los hermanos internos de las cárcel, los viajes juntos a diversos lugares, caminatas para descubrir en lo simple a Dios, el rosario callejero y tantas otras cosas que dinamizan la experiencia pero que son fruto del Santísimo. Todo esto lleva  a organizar las obras y tener una Fundación. Muchas más cosas se hicieron más adelante, cursos de inglés, catequesis, grupos de canto, etc.